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Capítulo 2 - Entrenamiento Chan, Página 2 de 5

 

El tendero se compadeció de ella y acordó extenderle un crédito. "Cada semana te proporcionaré arroz para siete días y vegetales para cuatro, y esto con seguridad será suficiente para mantener la salud de tu familia; después, cuando tu marido vuelva a trabajar, podrás mantener el mismo menú mientras liquidas tu deuda. Y antes de que te des cuenta, ya estarás comiendo vegetales siete días a la semana."

La mujer se lo agradeció mucho. Cada semana recibía arroz para siete días y vegetales para cuatro.

Pero cuando su marido volvió a trabajar tuvo que decidir entre liquidar su vieja deuda, mientras continuaba comiendo vegetales cuatro días a la semana, o comprar a otro tendero y comer vegetales siete días a la semana. Escogió lo último y justificó su falta de pago diciendo a la gente que su anterior tendero le había vendido vegetales podridos.

¿Con cuánta frecuencia, cuando queremos algo con muchas ganas, prometemos que si se cumplen nuestros deseos dedicaremos nuestras vidas a demostrar nuestra gratitud? Pero entonces, una vez recibido lo que tan ardientemente buscábamos, nuestra promesa se debilita y muere casi automáticamente. La enterramos rápidamente, sin ceremonia. Este no es el camino Chan.

Y así, como un granjero que siembra fríjoles de soja no espera cosechar melones, no debemos esperar, cuando cometemos acciones egoístas, inmorales o perjudiciales, cosechar pureza espiritual. Ni podemos esperar escondernos de nuestras fechorías mudándonos del lugar en que las hemos cometido, o asumir que el tiempo borre su recuerdo. Nunca podemos suponer que si ignoramos nuestras fechorías durante el tiempo suficiente, la gente a quien hemos perjudicado morirá oportunamente, llevándose a la tumba nuestra necesidad de expiar el daño que hemos causado. Son nuestros buenos actos los que debemos enterrar... no nuestras víctimas o promesas rotas.

No podemos pensar que debido a la falta de testigos no tendremos que responder de nuestras fechorías. Muchas viejas historias budistas ilustran este principio. Déjenme que les cuente algunas de mis favoritas:

Durante la generación que precedió a la vida del Buddha Shakyamuni en la tierra, muchos de los miembros de su clan Shakya fueron brutalmente masacrados por el malvado Rey Virudhaka, también llamado "Rey Cristal".

¿Qué hizo que sucediera esta terrible acción?

Bueno, también sucedió que cerca de Kapila, la ciudad de los Shakya donde nació el Buddha, había un gran estanque, y en la orilla de este estanque una pequeña aldea. Nadie recuerda su nombre.

Un año hubo una gran sequía. Los cultivos se secaron y a los aldeanos no se les ocurrió nada mejor que matar y comer los peces que había en el estanque. Los atraparon a todos menos a uno. Este último pez fue atrapado por un niño que jugaba con la pobre criatura botándola sobre su cabeza. Esto es lo que estaba haciendo cuando los aldeanos se lo quitaron y lo mataron.

Entonces volvieron las lluvias y la normalidad a todo el reino. La gente se casaba y tenía hijos. Uno de estos niños fue Siddharta, el Buddha, que nació en la ciudad de Kapila, cerca de la aldea y del estanque.

Siddharta creció y predicó el Dharma, teniendo muchos seguidores. Entre los seguidores estaba el rey de Shravasti, el Rey Prasenajit. Este rey se casó con un chica del clan de los Shakya y tuvieron un hijo: el príncipe Vurudhaka, el "Cristal". La pareja real decidió criar al príncipe en Kapila, la ciudad del Buddha.

Al principio todo iba bien. Virudhaka era un niño sano y poco tiempo después se hizo un chico guapo y fuerte. Pero antes de estar listo para entrar en la escuela ocurrió un hecho trascendental.

Ocurrió que un día, durante una ausencia del Buddha de Kapila, el joven príncipe subió a la Honorable Silla del Buddha y empezó a jugar allí. El no pretendía estropearla - solo era un juego de niños. Pero ¡Oh! - cuando los miembros del clan del Buddha vieron al príncipe jugando en este lugar sagrado se enfadaron mucho, le reprendieron, y le hicieron bajar de la silla, humillándole y maltratándole.

¿Cómo puede un niño comprender la imbecilidad de los fanáticos? Los adultos no se lo pueden explicar. Verdaderamente es bastante misterioso. Su cruel trato solo sirvió para envenenar al príncipe y hacer que odiara a todos los miembros del clan del Buddha. Fue su trato cruel el que lo inició en su carrera de crueldad y venganza.

Finalmente, se dice que el príncipe mató a su propio padre para poder ascender al trono de Shravasti. Entonces, como Rey Virudhaka, el Rey Cristal, finalmente pudo tomar venganza contra el clan Shakya. Conduciendo a sus propios soldados, comenzó a atacar la ciudad de Kapila.

Cuando los miembros del clan del Buddha fueron a contarle la inminente masacre, le encontraron con un terrible dolor de cabeza. Le suplicaron que interviniera y rescatara a la gente de Kapila del brutal ataque del Rey Cristal, pero el Buddha, gimiendo de dolor, se negó a ayudar, diciendo, "Un karma establecido no puede ser cambiado".

Entonces los miembros del clan fueron a Maudgalayayana, uno de los más poderosos discípulos del Buddha, y le suplicaron su ayuda. Les escuchó y se compadeció, y movido por la compasión decidió ayudar a los sitiados ciudadanos de Kapila.


Entrenamiento Chan, Página 2 de 5

 

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Last modified: July 11, 2004
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