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Capítulo 3 - Alcanzando la iluminación, Página 9 de 11Queridos amigos, esa causa raíz seguramente causará daño a su orgullo, su auto-estima. Y de este modo el hombre recuerda y, de alguna forma, revive la experiencia, solo ahora puede verla desde una perspectiva diferente, más natural. Quizás esa amarga experiencia implique en realidad malos tratos que recibió ¡de su propio padre! De todas formas, seguramente verá que ha transferido el dolor de su experiencia infantil en la playa a su inocente hijo. Debido a esto, intentará compensar su cruel desaire, y de esta forma, su carácter crecerá. Sucede ocasionalmente que si el hombre se concentra lo suficiente en el Hua Wei, el perro podría morder su propia cola; y puede en realidad ir de la cola a la cabeza de un trago. A veces un Hua Tou funciona como una instrucción, una clase de guía que nos ayuda a enfrentarnos con los problemas de la vida. Ya que un Hua Tou nos sostiene y nos dirige cuando viajamos por la difícil carretera hacia la iluminación. ¿Saben?, hace tiempo el Maestro Chan Hui Jue de la Montaña Lang Ye tenía una discípula que vino a él por instrucción. El maestro le dió el Hua Tou, "Déjalo ser". Le dijo que si utilizaba fielmente este Hua Tou como si fuera una guadaña, podría cortar las ilusiones y cosechar la iluminación. La mujer tuvo fe en su maestro y, estando anclada en su determinación de obtener éxito, afiló y mantuvo este Hua Tou, Déjalo ser. ¿Dejar ser el qué? ¿Quién lo deja ser? ¿Qué es ser? Afilaba la hoja sin parar. Su casa se quemó y cuando la gente vino corriendo a decírselo, se encontraba tranquilamente con los ojos cerrados y susurrando, "Déjalo ser." Su hijo se ahogó y cuando la gente vino corriendo a decírselo, se encontraba tranquilamente con los ojos cerrados y susurrando, "Déjalo ser." Un día comenzó a preparar buñuelos para cenar. Tenía lista la pastaba y el aceite estaba caliente. Entonces, cuando echó un poco de pasta en el aceite caliente, crepitó. Y este pequeño chisporroteo reverberó en su mente, y ¡alcanzó la iluminación! Al momento tiró la sartén con el aceite caliente al suelo y comenzó a brincar dando palmadas y riendo sin parar. Su marido naturalmente pensó que se había vuelto loca. "¡Que desastre! -gritó- ¿Qué haré?" Y su mujer se volvió hacia él y le dijo, "Déjalo ser. Tan solo déjalo ser." Entonces fue al Maestro Hui Jue y comprobó que en efecto había cosechado la Fruta Santa. Matengan la mente en su Hua Tou siempre que estén haciendo cualquier cosa que no requiera toda su atención. Naturalmente, si están pilotando un avión no se pondrán a pensar en su Hua Tou. Descubrir si un perro tiene o no la Naturaleza búdica no les será de mucha utilidad si estrellan su avión. Conducir un automovil también es algo que requiere toda su atención. No pueden cometer el riesgo de matar los pequeños yoes de otra gente solo porque estén intentando despachar el suyo propio. Pero hay muchas ocasiones durante el día en las que pueden trabajar con seguridad en su Hua Tou. Normalmente intentamos llenar ese tiempo con actividades frívolas. Practicamos juegos tontos, hacemos puzzles, escuchamos la radio o vemos algún evento deportivo. Estas son las ocasiones en que deberíamos volcar nuestra mente en nuestro Hua Tou. Uno nunca puede decir cuando llegará el momento mágico. En China llamamos a un trozo de carne "carne pura". No está mezclada con otros ingredientes como, por ejemplo, lo está una salchicha. A veces "carne pura" significa el mejor trozo de carne. La gente siempre le dice al carnicero que eso es lo que quiere. Carne pura o selecta. Hubo una vez un hombre que estaba teniendo en cuenta el Hua Tou, "¿Quién tiene Naturaleza búdica?" Todos los días pasaba por delante de una carnicería en su camino al trabajo. Siempre escuchaba a la gente pidiendo a voces "carne pura" pero nunca prestó mucha atención. Un día una mujer estaba comprando carne y, de acuerdo a la costumbre, insistió en que el carnicero solo le diera carne pura. Esto es lo que gritó. "Deme solo carne pura." Su incisiva insistencia irritó al carnicero y gritó, "¿Qué pieza no es pura?" El hombre escuchó este grito de enfado y realizó de repente que toda la carne es carne pura, eso es decir, todo el mundo contiene la pura Naturaleza búdica. ¿Quién tiene Naturaleza búdica? ¡Ah! ¿Quién no tiene Naturaleza búdica? ¡El hombre alcanzó la iluminación en ese instante! Se excitó tanto que botó, saltó y siguió diciendo, "¿Qué pieza no es pura? ¡Ah, ah! ¿Qué pieza no es pura?", una y otra vez. "¿Qué pieza no es pura?" A esta locura la llamanos Enfermedad Chan. No dura mucho tiempo, puede que solo unos pocos días antes de que la víctima se calme; pero es una maravillosa enfermedad. Afortunadamente, no hay medicina que la cure. Un monje le preguntó una vez al Maestro Zhao Zhou, "¿Qué sucede cuando finalmente una persona alcanza el estado no sensorial?". El Maestro Zhao Zhou respondió, "Lo asienta." El monje no comprendió. Así que este dilema se convirtió en su Hua Tou. "¿Cómo puede uno asentar la ausencia de algo?" Trabajó sobre esto una y otra vez y siguió sin poder comprenderlo. Así que regresó al Maestro Zhao Zhou y preguntó, "¿Cómo puede uno asentar la ausencia de algo?" El Maestro Zhao Zhou respondió simplemente, "Lo que no puedas asentar, llévatelo." Inmediatamente el monje obtuvo la iluminación. Como puden ver, el Maestro Zhao Zhou sabía que la única cosa que no podemos asentar es nuestro Yo Búdico. Esto, y solo esto, es todo lo que verdaderamente podemos llevar con nosotros. Nadie puede decir, "Estoy iluminado" porque la experiencia de la iluminación es precisamente una experiencia de no-ego. El ego se extingue y el puro Yo Búdico es experimentado. No hay "yo" en aquel que puede proclamar que está iluminado. Esta es la experiencia más tónica y saludable. Alguien que sufra de una enfermedad del ego debería intentar administarse un dosis de iluminación. La cura es permanente.
Alcanzando la iluminación, Página 9 de 11
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Last modified:
July 11, 2004
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