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Capítulo 3 - Alcanzando la iluminación, Página 3 de 11

 

Solo el Correcto Habla nos desalienta de proferir mentiras, insultos, acusaciones, o de fanfarronear sobre nuestros propios logros, también nos alienta a decir palabras de consuelo, o proferir palabras de perdón, expresar agradecimiento y reconocimiento para los logros de los demás.

Nunca infravaloren el poder de las palabras. Déjemne que les cuente una vieja historia que ilustra su poder:

Era un precioso día de primavera y mucha gente había venido al parque para ver la verde hierba, los árboles en flor y las plantas. Entre la gente que vino había dos mendigos ciegos.

El primer mendigo tenía un cartel que decía, "Soy ciego." La mayoría de la gente pasaba por delante de él y seguía admirando la vista.

El segundo mendigo lo hizo mucho mejor. Casi todos los que pasaban delante de él echaban una moneda en su taza. Algunos que habían pasado por delante de él sin echarle nada incluso volvieron para darle una moneda.

Su cartel decía, "Es mayo, ¡y yo estoy ciego!"

Queridos amigos, cuando estemos decidiendo entre hablar o no hablar, ¡piensen en el ciego que vio la diferencia que puede provocar una frase!

El cuarto paso es Correcta Acción.

La Correcta Acción contiene los Preceptos:

1. El voto budista de no ser violento. Esto no significa que no puedan defender su vida o la de aquellas personas que estén a su ciudado, sino que no pueden comenzar acciones hostiles contra otros.

¿Y qué hay de nosotros mismos? Nosotros también somos una persona contra la que no se puede cometer acciones hostiles.

La paz no es simplemente la ausencia de la guerra. La ansiedad no es un estado agresivo, pero tampoco es pacífico. Alguien que está en coma no está en guerra, pero tampoco en paz. La paz es un estado que es alcanzado y sostenido deliberadamente.

No es suficiente con limitarse a no ser violentos; debemos actuar para fomentar la armonía, el bienestar, y la buena salud.

Fumar, por ejemplo, es perjudicial no solo para la salud del fumador sino para la salud de todos los que le rodean. En ambos casos, por tanto, el fumar está prohibido por el precepto contra la violencia.

Cuando sea posible, un budista debería abstenerse de comer carne. Digo 'cuando sea posible' porque esta norma no es absoluta. Mucha gente, por ejemplo, vive en las regiones árticas donde no tienen elección y deben comer pescado y otras criaturas marinas. No pueden cultivar jardines en la tundra; y no podemos negar el Dharma a los seres humanos porque su entorno no sea adecuado a las dietas vegetarianas. Pero donde los vegetales son abundantes, no hay razón para comer carne.

En el lado positivo, una dieta vegetariana estimula una buena salud y también por esta razón debe ser seguida.

El ejercicio, particularmente el Tai Ji Quan ó Qi Gong, libera agresividad e ira y también tiene efectos saludables sobre el cuerpo. El Yoga también es muy beneficioso.

2. El voto budista de ser veraz, no solo en la vida social, sino también en la vida de negocios. Todas las formas de fraude y embustes están incluidas en este Precepto. Siempre que sacrificamos la verdad para conseguir algún supuesto beneficio, entramos en un mundo serpentino y complicado:

Había en Tokyo dos comerciantes que, tras años de una competitividad llena de engaños y trampas, desconfiaban por completo el uno del otro.

Un día se encontraron en una estación de tren. El primer comerciante preguntó, "¿Adónde vas?"

El segundo comerciante pensó durante un momento y respondió, "A Kobe."

El primer comerciante gritó, "¡Mientes! Me has dicho que vas a Kobe porque querías que pensara que ibas a Osaka; pero he hecho averiguaciones y ¡sé que vas a Kobe!"

Queridos amigos, este es el final del más pequeño engaño. Nuestra reputación es como la etiqueta de un paquete. Una vez que se nos conoce como mentirosos y tramposos, enviamos nuestras intenciones, sin importar lo inocentes que sean, al lugar de la duda y la desconfianza.

3. El voto budista de no apropiarse de la propiedad ajena. Este es el Precepto contra el robo.

Hay quienes piensan que este Precepto implica solo a balconeros y carteristas. Puesto que ellos no "rompen y entran" o no pegan el tirón, piensan que no necesitan preocuparse de este Precepto. Y por esta razón, no les remuerde la conciencia por actos de insignificantes hurtos u otras malversaciones de propiedad.


Alcanzando la iluminación, Página 3 de 11

 

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Last modified: July 11, 2004
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