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Capítulo 3 - Alcanzando la iluminación, Página 6 de 11La gente piensa que el mundo le molesta. No comprenden que son los porteros de sus propias mentes, que pueden fácilmente cerrar y bloquer las puertas de sus mentes. Si la gente les molesta, es porque el portero ha dejado la puerta abierta. Hay gente que no pudidiendo controlar su propia mente se esfuerza sin embargo en controlar la mente de los demás. Encuentran menos desalentador intentar dirigir los pensamientos de cientos de personas que dirigir los suyos propios. Esta situación es la que el Buddha tenía en mente cuando dijo que el hombre que conquista a diez mil hombres en batalla, no es un héroe tan grande como aquel que se conquista a sí mismo. Todos los días, en todas nuestras acciones, debemos actuar para avanzar en nuestra meta de iluminación y conocimiento personal. Si tenemos conocidos cuya compañía nos puede conducir fácilmente al error, deberíamos evitar relaciarnos con estos conocidos. Si no tenemos suficiente tiempo para meditar porque estamos muy ocupados en clubes, hobbies o deportes, deberíamos recortar estas actividades. Hace falta esfuerzo consciente para obtener la tranquilidad Chan. La calma espiritual se logra mediante la práctica. Un hombre muy sabio apuntó una vez que la mente del verdadero Hombre del Chan no puede ser apenada o intimidada porque, ya sea en los buenos o en los malos tiempos, simplemente continua en su propia paz constante, como un reloj haciendo tictac en una tormenta. Me gusta. Todos deberíamos intentar ser como relojes que incluso en una tormenta siguen haciendo tictac. El septimo paso es Correcta Atención. Además de mantener nuestras mentes enfocadas en nuestro mantra, siempre que nos hallamos comprometido a seguir este método, y observar los disciplinados pensamientos necesarios para discriminar lo real de lo falso si hubieramos escogido este método, también debemos seguir siendo conscientes de las causas y de los efectos de todas nuestras acciones. Queridos amigos, no debemos permitir nunca que pase un día sin cuestionar nuestra conducta. ¿Hemos hecho todo lo que hemos podido para ser amables y serviciales con los demás, y lograr que se sientan cómodos? ¿Hemos actuado de forma contraria al Buddha Dharma? ¿Hemos sido mezquinos o tacaños? ¿orgullosos o perezoros? ¿glotones o codiciosos? ¿envidiosos o irascibles? ¿Nos hemos manchado a nosotros mismos o a los demás con pensamientos, palabras o acciones lascivas? No es fácil ver nuestras propias faltas. A veces tenemos que esforzarnos en detectarlas si no podemos ver ninguna. Por la noche, si nos encontramos en una habitación brillantemente iluminada e intentamos mirar por la ventana el oscuro paisaje, todo lo que veremos será nuestro reflejo en el espejo. No veremos nada que no conocieramos antes - nuestra imagen y la de ese pequeño espacio en el que estamos encerrados. Si queremos ver más allá de nosotros mismos, tenemos que apagar las luces. Tenemos que reducir la intensidad de nuestros egos o cortarlos por completo. Solo entonces podremos ver a través del cristal. El octavo paso es Correcta Meditación. 1. El Hua Tou
Si un hombre desea ser feliz durante una hora, que tome una buena comida; ¿Qué es entonces un Hua Tou? Hua Tou significa "palabra de cabeza", y podemos contrastar Hua Tou con Hua Wai que signfica "palabra de cola". Si un perro caminara por delante de nosotros, antes de ver el cuerpo del perro veríamos su cabeza; y después de ver el cuerpo veríamos su cola. Hasta aquí, todo bien. De este modo, la palabra de cabeza o Hua Tou es el punto en el que se origina nuestro pensamiento - el punto antes de que entre en el "cuerpo" de la ego-conciencia. La cola es el pensamiento subsecuente. Nos dentendremos en la palabra de cola más tarde. En la antiguedad se consideraba suficiente el apuntar a la mente calma para realizar la Naturaleza búdica. Bodhidharma habló de "calmar la mente" y el Sexto Patriarca sobre "darse cuenta de la Naturaleza del Yo". Ambos defendían un simple reconocimiento del verdadero estado inmaculado de pureza de la mente. Pero apuntar no era tan sencillo como sonaba. A medida que pasaron los años y el Chan se hizo popular, personas con distintos grados de habilidad se vieron atraídos por él. Muchos practicantes proclamaron haber encontrado caminos fáciles para alcanzar exaltados estados de iluminación. Alardeaban de poseer las preciosas joyas del Dharma, pero los joyas que describían simplemente las habían visto en posesión de otros. Los verdaderos maestros Chan podían, por supuesto, ver correctamente estas falsas proclamas; pero los principiantes no siempre podían distinguir una verdad de una mentira. Los maestros, preocupados por los efectos desconcertantes que esta mala información estaba teniendo sobre los nuevos practicantes, decidieron idear métodos para autentificar y estandarizar logros. Uno de los métodos que idearon fue el Hua Tou.
Alcanzando la iluminación, Página 6 de 11
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Last modified:
July 11, 2004
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